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Somos una empresa 100% Mexicana comercializadora de relojes de pulsera y Smartwatches de las marcas Zeit, Nu Nordic, Clōe y Casio. Nos especializamos en la venta de mayoreo para gente como tú que busca oportunidades de negocio.
Nuestro modelo de negocio está enfocado en ofrecerte el mejor precio, variedad y estilos de relojes para que tengas diferentes opciones para tus clientes.
Sólo necesitas convertirte en Asociado para recibir todos los beneficios y promociones exclusivas.
Ser la mente creativa en relojes y smartwatch para licencias de marcas nacionales e internacionales que desarrolla desde su concepto, el entorno del punto de venta y la estrategia comercial generando una cultura del tiempo dentro de nuestra organización y comunidad.
Ofrecer desarrollos exclusivos de relojes y smartwatch con alta tendencia en moda y nicho comercial para cada uno de nuestros clientes, potencializar sus espacios de venta generando valor económico y otorgando un alto grado de servicio.
Nuevos hábitos y costumbres entran a nuestra vida en torno al aprovechamiento del tiempo, La resiliencia, el autocuidado y la capacidad de afrontamiento son clave, para lograr avanzar en el tiempo. Los valores de La Casa del Reloj caracterizan a una comunidad sólida, responsable y respetuosa con su trabajo y su entorno.
El tiempo se ha vuelto tan importante para el cliente en el mercado actual, otorgando un sentido de control en todos los aspectos de sus vidas y sus experiencias, todos en algún momento somos clientes, preferimos el uso del tiempo en actividades que tienen algún significado que aquellas que nos vuelven presa del transcurrir de los minutos sin sentido, al final es el tiempo el que dirige nuestras vidas: «el tiempo es vida».
El tiempo es incluso más valioso que el propio dinero o bienes, ya que éstos pueden ser recuperables en caso de que se gasten o pierdan, cosa que no sucede con el tiempo, ya que éste, una vez transcurrido, es irrecuperable. El uso adecuado del tiempo reduce y/o elimina nuestro estrés, equilibra nuestra vida, nos da una sensación de satisfacción y es una muestra de respeto y consideración hacia los demás, este gesto nos convierte en el tipo de persona en quien los demás confían.
Intentamos respetar y aprovechar nuestro tiempo. Pero ¿hacemos lo mismo con el tiempo de otras personas? A todos nos gusta sentirnos únicos e importantes y un buen servicio al cliente tiene el poder de hacer que sus clientes se sientan así, mejora la percepción del cliente sobre tu marca; si se siente especial, tu empresa también se vuelve especial para él. Lo importante es que sienta que sus necesidades han sido cubiertas en el tiempo que invirtió en la interacción con nosotros.
La imagen de una marca depende de su servicio al cliente ya que el consumidor juzga un servicio como un todo. Para dar un buen servicio hay que crear un vínculo con el cliente, a fin de lograr una relación duradera, crear confianza, lograr que sea leal a nuestra marca, producto o servicio. Si el cliente está feliz con lo que le ofrecemos, seguramente regresará una y otra vez, nos recomendará con sus amigos, familiares o conocidos. Esto lleva su tiempo, pero hay que trabajar diariamente en ello.
Las esperas «sin explicación» son más experimentadas que «las esperas con explicación» las esperas «sin valor» parecen ser mayores que aquellas esperas por algo que tiene valor, cuanto más valioso sea el servicio, mayor disposición y mejor experiencia habrá. Hacer lo que se tiene que hacer en el momento en el que sabemos que se tiene que hacer, nos lleva a alcanzar más pronto los objetivos, por mínimos que sean, lo importante es avanzar.
El tiempo es vida, y también felicidad, y ello hace que sea nuestro bien más valioso y debamos emplearlo con sabiduría. La percepción que tenemos como sociedad de una institución tiene mucho que ver con la relación del equipo de trabajo dentro de la misma; la actitud, la formación y la comunicación de los empleados influyen en la percepción del servicio prestado y en general del respeto que otorgo a mi relación con el trabajo que desempeñamos. Es de vital importancia que mi familia perciba el respeto del tiempo empleado en mi labor diaria, el orgullo que siento en ser un miembro de la sociedad que contribuye dándole valor económico a mi desempeño diario.
Como sociedad, nos hemos puesto de acuerdo en ciertas pautas generales que son o no son correctas. Para eso se han diseñado las leyes y tratados. En algún momento nos hemos encontrado con la oportunidad en que hacer lo correcto no nos resulta tan simple, y es en esos momentos en que nuestros valores y todo aquello que resulta importante, permea nuestras decisiones. Hacer lo correcto, implica un acto de entrega y generosidad éticos, implica un compromiso racional por controlar mis impulsos y mis más básicos instintos, en pro de todos y con la clara meta de propender por la construcción social de todos y para todos. Es simplemente tener la grandeza de mantener a raya mis instintos en beneficio de la construcción de un mejor vivir para mí y para otros, donde yo no desconozco a los otros. Acciones que redundaran en un mejor porvenir para todos.
Firmeza y constancia en la manera de ser y actuar. La perseverancia es un esfuerzo continuo, supone alcanzar lo que se propone y buscar soluciones a las dificultades que puedan surgir, para obtener un resultado concreto. Con perseverancia se obtiene la fortaleza y esto nos permite no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo. Ser perseverantes nos brinda estabilidad, confianza en nosotros mismos, por ende, antes los ojos de los demás; clientes, familia, amigos y la comunidad en general.
La evolución humana está marcada por la innovación. Es el oxígeno de nuestra sociedad. El control del fuego, el desarrollo de la agricultura o el establecimiento de la democracia son ejemplos de grandes innovaciones que han marcado nuestra historia. En un mundo en constante evolución, saber anticipar los cambios y los posibles impactos que nos esperan a mediano y largo plazo es clave para el éxito en el aprovechamiento de nuestros recursos emocionales, intelectuales y materiales. No podemos cambiar quiénes somos, pero sí podemos mejorar nuestra forma de interactuar y de estar en el mundo.
